Por: Anastasia Expósito
Ser declarado persona non grata en Cuba no es un acto de complejidad alguna, es suficiente que manifiestes el más diminuto cuestionamiento que pueda ofender al gobierno cubano, o sea, cualquier pequeñez o aspecto con el que no estés de acuerdo y, aunque la hayas expresado con la mejor técnica diplomática, estarás en pecado concebido con la revolución castrista, sin absolución por siempre y para siempre.
Varios chilenos han sido señalados por Cuba como personas non gratas, pero son tres los que me gustaría presentarles o recordar para el caso de aquellos que ya los conocen. Los tres son destacados personajes provenientes de distintos ámbitos como la literatura, la política chilena y los derechos humanos. Cada uno, desde su área, se ha convertido en un importante difusor de la verdadera “trastienda” de la revolución cubana, esa de las que pocos hijos ilustres de otros países –incluso del mismo Chile- se atreven abordar, evitando así herir susceptibilidades de algunos grupos izquierdistas.
Imposible será hablar de los tres en una sola nota, porque sus obras ameritan exponerlas por separado, por eso, empezaré por el que hiciera popular el término de “persona non grata” referente a Cuba. Él es el reconocido escritor chileno Jorge Edwards, quien en 1971 publicó su más polémico libro titulado “Persona non grata” con la más dura crítica de la época a la revolución cubana.
El gran Octavio Paz se refirió a esta obra como uno de los clásicos verdaderamente vibrantes de la literatura latinoamericana moderna... Su lenguaje es una amalgama de las virtudes más difíciles: la transparencia con la inteligencia, la penetración mas incisiva con una sonrisa... Pero más allá de esta hermosa descripción literaria que hiciera el maestro Paz, el libro narra sobre el motivo de su expulsión de la isla luego de tres meses que pasó Edwards como encargado de negocios del gobierno de Salvador Allende en la Cuba revolucionaria del año 1970.
En ese entonces, el flamante presidente de Chile Salvador Allende, lo designó Ministro Consejero y le dio la misión de reabrir embajada chilena en La Habana. El escritor confiesa que antes de escribir "Persona non grata" era un "típico intelectual de izquierda" con el propósito de restablecer las relaciones diplomática entre Chile y Cuba, pero que la experiencia cubana fue su gran desengaño, situación que algunos otros intelectuales ya les habían advertido.
A través de su libro, Jorge Edwards da cuentas de algunas injusticias cometidas por el gobierno de Castro, como fue el conocido caso del poeta cubano Heberto Padilla quien fuera encarcelado, torturado por su publicación “Fuera de Fuego” poemario con fuertes críticas al régimen de su país.
El detonante para que Fidel lo expulsara del país fue el apoyo incondicional que diera Edwards a los intelectuales disidentes en la isla, eso bastó para que lo acusara de hostilidad contra la revolución y pidiera su inmediato regreso a Chile.
En una entrevista para el diario El País de España, Jorge Edwards comenta que en la reunión convocada por Fidel, éste le reprocha, principalmente, que fuera amigo de los escritores disidentes a los que él consideraba enemigos suyos. “Fidel me dijo que Padilla tenía "ciertas ambiciones...". Hablaba de ambiciones políticas. Padilla tenía ciertas ideas políticas, pero en el fondo era un poeta suelto, no formaba parte de ningún grupo. No era un disidente como los que hay ahora. Era una persona deslenguada, imprudente, muy divertido, y era un ser absolutamente solitario e inofensivo.”
Edwards dijo que los escritores de la isla hablaban de la megalomanía de Fidel pero que evitaban pronunciar su nombre, sólo se tocaban la barba. “En una fiesta, cuando ya me estoy despidiendo, en el cumpleaños de Pablo Armando Fernández, Lezama se inclina a mi oído y me dice: "¿Usted ya se ha dado cuenta de lo que pasa aquí?". Le dije que sí. "¿Y se da cuenta de que nos morimos de hambre?". El hambre de Lezama era una cosa pantagruélica... Me dijo: "Es de esperar que ustedes en Chile sean más prudentes".
Fue un libro que le dio la consagración a su autor pero también el que instigó polémicas en varios países, motivó el desprecio a Edwards por parte de los izquierdistas de Chile y del mundo, incluyendo renombrados intelectuales como fue el filósofo Jorge Muñoz quien se refirió al libro como “el streap-tease moral de un señorito chileno”. Edwards reconoce las consecuencias que tuvo que enfrentar: “la publicación de Persona non grata significó para mí quedar solo, rechazado por los exiliados y los de adentro. Me bloquearon hasta las editoriales que me iban a publicar el libro en Alemania y Francia. Estaba fuera del paraguas de la diplomacia y la familia. Tuve que barajármelas solo”
El mismo Edwards recuerda que fue uno de los libros más destetado por Fidel y el más prohibido, sobre todo por la dictadura de Castro y la dictadura de Pinochet. Sin embargo, no se arrepiente de haberlo publicado y expresa que lo escribió por solidaridad con muchos escritores cubanos que se quedaron en Cuba, que se fueron o que han muerto. “Guillermo Cabrera Infante, a quien yo quise mucho, se fue mucho antes; por él y por muchos como él me alegré de haber escrito este libro.”
Con respecto a la actualidad del castrismo Jorge Edwards tiene claro que su esencia es la confrontación y la guerra, sobre ello comenta: “El castrismo, sin un enemigo importante no funciona: tiende a dividir, a decir los buenos están acá conmigo, y los malos están al otro lado. Eso lo decía Robespierre y ese es el epígrafe de mi libro”.
Pero por la que le doy mil gracias a este escritor es por su genial frase: “Calificar de gusano a la mitad de la población sólo porque no se esté de acuerdo contigo es muy duro; es una aberración política, y eso es lo que sigo diciendo...”
Para los que no lo han leído, búsquenlo y viajen a esa época, llegaran a la conclusión que en la Cuba de hoy las cosas siguen igualitas.
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Datos Biolgráficos
Jorge Edwards (Santiago, Chile, 29 de julio de 1931 - ). Escritor, crítico literario, periodista y diplomático chileno.
Nacido en el seno de una familia acomodada y educado por los jesuitas, Jorge Edwards es, junto con José Donoso, el más destacado representante de la narrativa chilena. Graduado en Derecho por la Universidad de Chile en 1958, comenzó la carrera diplomática y fue enviado por el gobierno chileno en 1959 a la Universidad de Princeton (Estados Unidos) para estudiar ciencias políticas. En 1962 fue nombrado secretario de la Embajada de Chile en París, regresando al país en 1967 donde ostentó el cargo de Jefe del Departamento de Europa Oriental en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Durante este período publicó sus libro de cuentos `El Patio`, `Gente de la Ciudad` y `Las Máscaras` y la novela `El Peso de la Noche`. Durante su primera misión diplomática en París trabó amistad con Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, entre otros. su nombre está asociado, por lo tanto, con el llamado boom latinoamericano.
genial mi querida anastasia,sabia que eras luz de nuevos horizontes,es un honor tenerte como amiga,gracias..gus
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