AFROCUBA - RAÍCES DEL LATÍN JAZZ

Por: Anastasia

El Jazz es un inconfundible género musical, estudiado, ejecutado y apreciado mundialmente, sin embargo no hay exactitud de su comienzo, tampoco del origen etimológico de su nombre, pero sí está definido que su más profunda raíz está en los ritmos melodiosos de los negros esclavos mixturados con componentes musicales europeos en Norteamérica.

Estudiosos asienten que el germen del Jazz se introduce en Norteamérica en 1619 cuando un velero holandés con negros africanos a bordo llegó a la costa norteamericana de Virginia. Ritmos y toques de tambores fue el aporte de la población esclava introducida en ese país que, aunque proveniente de diferentes etnias africanas, coincidían en una misma forma rítmica de cánticos y de tambores, posteriormente esta armonía negra fue fusionándose con instrumentos de cuerda y viento utilizados por los blancos europeos de la época. Este sincretismo musical, en un período más avanzado de la historia afroamericana, provoca una confluencia de nuevos estilos como el Gospell, Blues, Ragtime, que resultaron ser la ensalada melódica en que se apoyó la evolución del Jazz.

La fuerza interpretativa de estos movimientos musicales negros fue tan intensa que 1820, surgieron grupos con cantantes y músicos blancos, llamados los Nigger Minstrels que interpretaban temas negroides incorporados a fragmentos de música clásico-popular europea, lo curioso fue que gozaron de la mayor aceptación de la sociedad norteamericana de ese entonces.

La mayoría de las veces cuando se filman películas que reflejan el tema de la naciente música negra jazzistica, casi siempre son ambientadas en Nueva Orleans, concretamente en el barrio llamado Storyville, porque fue la cuna que meció al Jazz, donde los negros parieron y amamantaron con creación y con pasión a este nuevo estilo. Luego, a partir de 1929, la potencialidad artística musical de Nueva Orleans comienza a extenderse hacia Chicago, Kansas City, Nueva York, hasta arraigarse en todas las ciudades y barrios negros de Estados Unidos.

Black Belt, fue el barrio negro de Chicago que recibió a los músicos provenientes de Storyville. Justamente en Chicago fue donde se popularizó una nueva forma de tocar el piano denominada boogie-woogie, pianistas tales como Albert Ammons, "Pinetop" Smith y Jimmy Yancey, entre otros se destacaron en esta nueva ejecución. Otro barrio que le dio calor a creativas interpretaciones del Jazz fue el populoso Harlem, aquí la diversión principal era bailar esta música.

Y su nombre, de dónde surge el término “Jazz”. Esta palabra es atribuida a supuestas procedencias como: el nombre de un intérprete negro “Jess Brown” o a la distorsión del nombre de una llamada “razz band” o a la palabra francesa “jaser” que significa parlotear o a un vocablo Congo “jass o Jazz” que se refiere a la excitación sexual. Definitivamente, descubrir su etimología carece de importancia cuando ya sus expertos concordaron que la palabra “Jazz” significa improvisación, recursividad y creatividad. Se dice que Luis Armstrong y Duke Ellintong fueron ejemplos del más puro músico de jazz gracias al mérito de combinar la capacidad de improvisación y el virtuosismo en la interpretación.

Improvisaciones, arreglos, fusiones, experimentación musical, van provocando la gran versatilidad del Jazz. Surgen tendencias como la música orquestada para bailes de salón con la Jazz-Band, el Jazz Sinfónico quien debe su aporte a Paul Whiteman que trata de acercar el Jazz a la música clásica en salas de conciertos. Fletcher Henderson y "Duke" Ellington fueron figuras sobresalientes que a través de la experimentación obtuvieron arreglos para grandes orquestas.

En este vanguardismo del Jazz, se constituyen orquestas integradas por músicos negros y blancos que hicieron conocido el original “Swing” más tarde comercializado por Benny Goodman y por Teddy Wilson. De las improvisaciones colectivas Jam sessions nace el be-po, el re-bop y el bop sencillo, estilo que se caracterizaba por dar gran libertad a los solistas. Dos excepcionales del bop fueron el saxofonista Charlie Parker y el trompetista "Dixie" Gillespie. Distinción a parte tienen destacadas figuras como Ella Fitzgerald, Ethel Waters, Billie Holiday y Sarah Vaughan, entre otras de igual relevancia que con sus voces tributan con otra nueva corriente conocida como Jazz vocal.

Jazz afrocubano – Latín Jazz

El expansionismo del Jazz logra que Nueva Orleans y La Habana se vinculen en una amistad musical estrechamente unida por sus raíces melódicas africanas. En 1930 bandas de jazz norteamericanas cruzaban el mar para tocar en locales habaneros.

Cuba es responsable de un universo de casi 70 géneros musicales; son el danzón, el bolero, la rumba, el mambo, el chachachá y otros ritmos afrocubanos, partes este abanico creativo. Desde 1920 comienza el auge de las bandas cubanas interpretativas de estos novedosos ritmos de la época, ya en 1930 estas bandas terminaron siendo más solicitadas que las bandas norteamericanas por incluir en sus repertorios música cubana. Por ese entonces eran famosas las bandas de los Hermanos Castro, la de los Curvelo, la de los Palau, Havana Casino y Don Aspiazu, la Siboney, de Alfredo Brito, la Lecuona Cuban Boys, de Armando Oréfiche; la Casino de la Playa, la de Armando Romeu, Riverside, y otras por mencionar. Estas bandas no sólo tocaban en Cuba sino que en las capitales de espectáculos de países como México, Madrid, París.

Testimonios de investigadores como Leonardo Acosta, establecen que en 1930 existía una estrecha correlación entre la música cubana y el Jazz, incluso el público llamaba Jazz cubano a las presentaciones de la música tradicional cubana.

En 1940, el cantante Frank Grillo (Machito) forma con el saxofonista y trompetista Mario Bauzá, una banda que fusionó la música afrocubana y el Jazz. Así surge la "Machito y sus Afrocubans”. En 1943 Mario Bauzá compone el tema "Tanga", considerado la primera pieza de afrocuban jazz. Posteriormente, en Nueva York, esta banda grabaría con Charlie Parker y otros grandes como Dizzy Gillespie, padrino que bautizó al Jazz cubano como el “Cubop”.

Para 1945 había empezado la composición de una obra que unía las técnicas clásicas y modernas de orquestación, ensamblando también jazz y músicas cubanas. Se llamó Afro Cuban Jazz Suite. Según los expertos, el florecimiento de esta nueva composición se le debe a tres grandes de la música cubana y de la Norteamericana, el compositor y arreglista Chico O´Farril, el percusionista y compositor Chano Pozo y la orquesta del destacado Dizzy Gillespie.

Descendiente de africanos Chano copula al Jazz norteamericano con los ritmos negros cubanos y ambos engendran esta moderna variedad del Jazz. África fue el eslabón de unión entre Gillespie y Chano Pozo. Producto de esta fusión en 1954 (época del Mambo y del Chachachá) la orquesta de Dizzy Gillespie grabó un tema de Chano, con el arreglo de Chico O'Farrill: “Manteca Suite”. Manteca fue uno de los temas del jazz afrocubano de gran impacto musical.

La importancia y el desarrollo del Jazz afrocubano, especialmente se le atribuye a Arturo “Chico O`Farril, figura extraordinaria de la composición y los arreglos de jazz fusión. Para 1950 ya Chico había compuesto una verdadera obra maestra la “Afro Cuban Jazz Suite” escrita para una orquesta de veinte músicos y cinco movimientos: la canción, el mambo, la parte 6/8, el jazz, y la Rumba abierta.

Chico O'Farril fue considerado un genio del Latín Jazz porque combinó la escritura con la improvisación, los conceptos musicales cubanos con las “palabras” del Jazz. Fue un gran creador de amalgamas de ritmos latinos con Jazz y lo hacía, además, con maestría, Chico fue capaz de mezclar la armonía del Jazz con Mariachis, con Merengue, con Joropo venezolano, con Tambrito de Panamá, con Porro colombiano, etc. Gracias a que pasó mixturando diversos tipos de música y aportando nuevas ideas al Jazz, se convirtió en uno de los compositores y arreglistas mayores del Latín Jazz.

Volviendo al también destacado percusionista Chano Pozo, otro compositor que aportó a la música cubana y al Jazz Afrocubano. Llamado Luciano "Chano" Pozo González, fue hermanastro de Felix Chapotín y amante de la cantante Rita Montaner. Bailarín y conguero, trabajaba en hoteles, y componía sin saber escribir música. El éxito de Chano fue tal, que sus composiciones eran conocidas en Nueva York sin que él lo supiera y mucho antes que él llegara a esa ciudad. Los norteamericanos por esa época iban a Cuba a buscar partituras sin pagar derechos de autor. Misma situación le pasó a Chico O´Farrill, a quien robaron muchas de sus obras y no recibió ni un centavo por sus magistrales creaciones.

En sus comienzos en Nueva York, Chano hacía bebop y se adaptaba a la música local, pero Gillespie corrió riesgos y le dejó más libertad musical. Grabaron juntos también « Cubana Be Cubana Bop » « Algo Bueno » (Chano cantó en Yoruba).

Para Luc Delannoy, musicólogo experto en Jazz y autor del libro “Caliente” el jazz tiene el papel de unificar todas las culturas, es el lenguaje universal que permite la unión de diferentes comunidades. Luc sostiene que gracias al jazz latino se mantienen vivas las culturas diferentes. “Es como una gran familia de gentes con culturas diferentes. Ese es el papel sociológico del jazz latino…”

Con respecto a la música afrocubana, este estudioso afirma que “la fuerza de la música afrocubana son sus nexos con las diferentes religiones. Esto es algo que no existe en Puerto Rico, que es el otro centro musical importante del Caribe hispano. Allí, las músicas populares no tienen raíces religiosas. Cuba sí tiene raíces religiosas, que es lo que hace la fuerza de la música cubana. Esto hace que resistan al tiempo y a las crisis. Esta fe tiene un poder tremendo, que otro pueblo no tiene. Eso hace que la música cubana tenga un carácter universal también”.

Jazz, Revolución y Nueva Generación

Ya instaurada la revolución en Cuba, el gobierno se asegura de borrar todo aquello que ocasionara la desviación de la ideológica impuesta por el régimen, este mismo control se extendió hasta la música. Toda melodía norteamericana fue considerada imperialista y eso, por supuesto, incluía al Jazz. Se prohibió por consecuencia escuchar o ejecutar todo género musical que estuviera relacionado con Estados Unidos.

Pese a esta actitud autocrática, el gobierno creó una nueva enseñaza artística profesional y en 1962 inauguró la Escuela Nacional de Arte (ENA), de esta escuela salieron nuevas generaciones de músicos de alto profesionalismo. Se graduarían en ella músicos de talla como Chucho Valdés, Paquito D’Rivera, Arturo Sandoval, Enrique Pla, Emiliano Salvador, Gonzalo Rubalcaba, entre otros.

Estos nuevos artistas hacen posible el regreso del Jazz y su matrinonio indisoluble con la música cubana. Chucho Valdés, Paquito, Carlos Emilio, Enrique Pla, y Cachaíto, en 1967 crean una Banda llamada el « Quinteto Cubano de Jazz ». Dos años después Chucho Valdés compone « La Misa Negra » que contenía una fuerte influencia de la religión afrocubana, una combinación de sus ritos y cantícos mezclados con el Jazz y el Rock. En la Isla esta pieza fue tratada de “herejía musical” y de “monstruo híbrido”.

Transcurrieron seis años para que se conformara un grupo que rescatara al Jazz de esta Cuba, en principio estaba compuesto por un trío, fue el comienzo de Irakere, creación de Chucho Valdés, artífice del piano que magistralmente tocaba un son montuno con la mano izquierda mientras con su mano derecha improvisaba melodías. Irakere fue reconocido oficialmente por el gobierno después de dos años. La motivación del grupo era hacer una música más elaborada mezclando los ritmos afro-cubanos con el « beat » del rock y con las amornías y los solos del Jazz, con más libertades e improvisaciones.

La innovación musical sumada a la maestría de sus instrumentistas, hacen que músicos americanos inviten a Irakere a Nueva York, es en el Carnegie Hall donde realizan su presentación y tocan « La Misa Negra » y una versión, arreglada a lo cubano, del Adagio de Mozart. Según textimonios que recogiera Luc en su libro « Caliente » terminado el concierto de la banda cubana, el público queda paralizado, no reacciona, hasta que rompe en tormetas de aplausos.

Tenemos que tener en cuenta que el Jazz también tuvo influencia en otros géneros musicales creados en Cuba a partir de la década de los 50, es el caso del “Feeling” un estilo de la canción bolerística cubana que tiene una considerable referencia armónica del Jazz, especialmente del blues y del bebop. César Portillo de la Luz (31 de octubre de 1922, Habana, Cuba) es considerado el virtuoso compositor del feeling poético.

Son muchos los compositores y músicos cubanos y de otras nacionalidades, imposible de mencionar por lo interminable que sería esta nota, que con sus ritmos latinos eliminaron fronteras musicales para dar forma a lo que se conoce como Latin Jazz. Hoy, con la frescura de los nuevos tiempos y el aporte de los actuales exponentes, el Latín Jazz sigue revitalizandose.

La Vuelta del Jazz

Muestra de las nuevas generaciones del Jazz norteamericano y del reconocimiento al talento de nuestros músicos cubanos, es la serie de talleres y conciertos que se imparten, desde junio del 2009, en la Casa Blanca. La apertura de esta actividad estuvo a cargo del “Jazz” y como su exponente el maestro del saxo tenor, el cubano Paquito D’Rivera. Estudiantes, provenientes de Los Ángeles, Nueva York, Nueva Orleans y Miami, participaron en este taller de música ofrecido por D”Rivera y otros grandes del jazz, entre estos Wynton, Branford, Jason, Delfeayo y Ellis Marsalis.

Antes de realizar los talleres, Paquito ofreció un concierto frente a unos 150 estudiantes en el Salón Este de la Casa Blanca. El músico interpretó “A Night in Tunisia”, del fallecido compositor Dizzy Gillespie, y otros temas en los que estuvo acompañado por el pianista Tony Madruga, de 14 años, y otros jóvenes. Para poner a prueba los conocimientos de la audiencia, D”Rivera tocó algunas notas famosas del jazz, entre estas un breve fragmento de “Salt Peanuts” de Gillespie, que la audiencia entera, incluyendo a la primera dama, reconoció y citó por nombre de inmediato.

El objetivo principal de los talleres musicales 2009, según la Casa de Gobierno, es destacar la importancia de la educación artística y reunir a músicos de renombre internacional con músicos del mañana.

Michelle Obama, en su discurso, refiriéndose a este glorioso género musical dijo: “El Jazz es el mayor regalo artístico de Estados Unidos para el mundo”. Tienes toda la razón Michelle!








1 comentario:

  1. Gracias por este blog. Te pongo enlace. Estaré al tanto de cada actualización.

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