PRIMERA BIENAL DE LA EXPRESIÓN LIBRE CUBANA


Por Anastasia Expósito

¿Corren fugaces aires de libertad en mi isla sofocada? ¿Es la voz fresca de los jóvenes que quieren vivir su propio tiempo de democracia y dicen NO al tiempo impuesto por los gastados abuelitos? Inesperadamente, una obra de arte conceptual les ofrece un breve espacio para liberar la palabra "precisa" en tiempo límite. Esto ocurrió en el evento más importante para el encuentro cultural internacional: La X Bienal de La Habana.
Para los que no conocen este acontecimiento del arte, desde 1984 la Bienal de La Habana -junto con la Bienal de San Pablo- es uno de los eventos artísticos más significativo, en sus inicios fue un espacio para los artistas del llamado “Tercer Mundo” donde durante 25 años han mostrado, a través de sus obras, preocupaciones y conflictos de sus países, pero actualmente permite la participación de otros países “Primer Mundistas”.
Bruguera, es el apellido de la artista cubana que suministró en esta X Bienal, la performance para clamar libertad de expresión por vez primera. Tania Bruguera que vive en Cuba y es visitante frecuente de Art Basel Miami Beach, fue la gestora de esta obra que consistió en un podio con un micrófono, telón rojo de fondo, dos jóvenes actores vestidos con el uniforme verde olivo en representación de los rebeldes de la Sierra Maestra, una paloma blanca en alusión a la que se posara aquel día en el hombro de Fidel Castro cuando daba uno de sus primeros discursos luego del ingreso de su ejercito en La Habana, y que muchos asociaron este episodio a un acto divino.
Pocos elementos para una performance capaz de producir el fuerte desprendimiento de las opiniones de jóvenes cubanos a favor de la libertad y la democracia en Cuba. ¿Sería este el efecto que buscaba la artista Bruguera al invitar a las personas de la audiencia a que subieran al podio, tomaran el micrófono y dijeran, por sólo un minuto, todo lo que se les ocurriera expresar? No hubo dudas para ese público que subió y arrancó a proclamar. En ese momento en que cada persona hablaba, los actores de verde olivo obligaban a la paloma, cada vez que escapaba, a permanecer en sus hombros, forma burlesca de recordar ese escenario Fidelista de enero 1959.
Fue un acto inesperado para muchos, proveniente de la valentía de esa joven generación criada en una revolución geriátrica. Frases como:” libertad”, “Tengo la esperanza de que algún día la libertad de expresión en Cuba deje de ser una mentira'' se aplaudían a rabiar por los presentes que agregaban gritos de: Bravo!!
Una de las resonantes voces de esta ruptura, fue la de la conocida bloguera Yoani Sánchez quién, micrófono en mano convocó a no esperar más a que les den permiso para usar Internet. Yoani es autora de un Blog llamado “Generación Y” que critica abiertamente el sistema cubano. La bloguera, premiada por sus escritos en el exterior y amenazada por sus contenidos en el interior: su patria, prometió publicar el video de este "minuto de opinión libre" con subtítulos que permitan apreciar mejor las palabras escapadas de un largo silencio.
En su espacio comunicacional de la blogósfera, además de exhibir parte del video -aún sin subtitular- es así como Yoani describe ese momento vivido:
Y nos dieron los micrófonos…
“…Como los micrófonos no abundan, es más, no me empataba con ninguno desde mis tiempos de pionerita recitadora de versos patrióticos, aproveché la ocasión. Avisada a tiempo por amigos enterados, fui preparada con un texto sobre la libertad de expresión, la censura, los blogs y esa herramienta escurridiza que es Internet. Frente a los lentes de la televisión nacional y protegidos por los invitados extranjeros a la X Bienal de La Habana, se sucedieron gritos de “libertad”, “democracia” y hasta abiertos retos a las autoridades cubanas. Recuerdo un muchacho de veinte años que confesó que nunca se había sentido más libre.
Tania nos dio los micrófonos, a nosotros que nunca hemos podido decir un discurso propio, sino que hemos tenido que soportar bajo el sol las peroratas de los otros. Era una acción artística, pero no había juego en las declaraciones que hicimos. Todos estábamos muy serios. Una paloma reposaba en nuestros hombro, probablemente igual de entrenada que aquella otra de hace cincuenta años. Sin embargo, ninguno de los que hablamos nos creímos elegidos, ninguno quería quedarse -por cinco décadas- gritando a través de los micrófonos.”
http://desdecuba.com/generaciony/

No hay comentarios:

Publicar un comentario